color [
co-lor]
(Esta palabra proviene del latín color, -ōris).
[sustantivo masculino]
Conjunto de características homogéneas de la
luz de
tipo espacial y
temporal (siendo la
luz el
aspecto de la
energía radiante que el observador
humano es
capaz de
percibir por la estimulación que produce en
su retina). Esta
definición, aceptada internacionalmente, es la elaborada
por el
Comité de
Colorimetría de la
Optical Society of America. Entre los atributos de
una percepción visual,
como pueden
ser claridad,
tono, saturación,
tamaño,
forma, trasparencia, etc., todos, excepto los
tres primeros,
se refieren a aspectos espaciales y temporales. De
este modo, los
tres primeros constituyen los atributos psicológicos
del c. La
claridad coincide
con la emitancia de la
fuente de
luz o
con la luminancia
del objeto en
cuestión. El
tono es el
atributo que depende de la
frecuencia de la
onda de la
luz y que permite
hablar de
un c.
verde,
azul,
rojo, etc. La saturación es el
atributo que depende de la
proporción de
blanco, de
forma que permite distinguir mezclas de colores en distintas proporciones. El
problema de la colorimetria consiste en
establecer un criterio que permita la evaluación
numérica de las sensaciones de c. El c. de
un objeto depende,
para un observador determinado, de la
luz con la que
se ilumina;
con el
fin de
poder determinarlo
con exactitud,
se establecieron internacionalmente
unos iluminantes
patrón designados
con las letras A, B, C y E. El iluminante A es la
luz de
una lámpara de
incandescencia de
filamento de
volframio, a
una temperatura de 2 854 °K. El iluminante B es, en
promedio, la
luz del sol directo al
mediodía con cielo claro. El C representa la
luz de
cielo norte sin sol directo, y
por último, el iluminante E es la
luz que
se obtiene al
filtrar la
luz A a
través de
unas disoluciones especiales (SO
4Cu
2, manita, pridina y
agua, y
otra disolución formada
por CoSO4, (NH
4)
2SO
4,
Cu2SO
4, H
2SO
4, y
agua. Leonardo de Vinci descubrió que
mediante la
mezcla de
tres c. adecuadamente elegidos, podía obtenerse
casi todos los demás; en 1853 Grassmann estableció
unas leyes experimentales que rigen las mezclas de luces de distintos colores:
si el c. de
una luz P coincide
con el de
una luz O, y el
color de
una luz R coincide
con el de
otra S, entonces el c. de la
mezcla de
P y
R es
igual al de la
mezcla de
Q y
S. Simbólicamente,
si P = Q y
R = S entonces P + R = Q + S. Siguiendo esta simbología,
se pueden
deducir fácilmente otras expresiones,
por ej.,
si P = Q, entonces P + R = Q + R, etc. En
general,
cualquier c.
R se puede
obtener por combinación de
tres c. primarios
rojo (R') azul (A') y
verde (V'): rR = xR’ + yV' + zA', donde los coeficientes
r, x, y, z representan magnitudes fotométricas de la
misma especie;
x, y, z se denominan componentes tricromáticas de
R. Dividiendo
ambos miembros de la
ecuación anterior por r, y
puesto que
r = x + y + z (
R, R', V' y
A' tienen
sólo un significado simbólico),
se tiene
1R = (x / (x + y + z))R' + (y / (x+y+z))V' + (z / (x + y + z))A',
donde x/x+y+z, y/x + y + z, z/x + y + z se denominan
coordenadas tricomáticas.
Se puede
utilizar un triángulo equilátero de
altura unidad (triángulo de Maxwell)
para representar gráficamente
un c.
R de
coordenadas r', v', a'; en los vértices
del triángulo se sitúan los c. primarios y el
punto representativo
del c.
R estará a
una distancia r de
A-V', a
a de
V’R' y a
v de
A'R'. En la
práctica se emplea
un triángulo rectángulo
isósceles de
cateto unidad en cuyos vértices
se encuentran los c. primarios y
cualquier otro c. estaría representado
por puntos pertenecientes a los lados
del triángulo, tomando el
valor de
sus coordenadas sobre los catetos.
- Sustancia preparada
para pintar o
para dar a las cosas
un tinte determinado.
- El
artificial con que algunas personas,
generalmente mujeres,
se pintan las mejillas y los labios.
- Colorido de
una pintura.
Junto a la
forma, el c. es
uno de los elementos básicos de la obra;
su carácter no es,
sin embargo, el
mismo que
se le da en física: en
pintura, el c.
son las formas coloreadas, y dependen
tanto de las técnicas empleadas (→óleo, →temple... ), que
le darán
mayor o
menor trasparencia,
consistencia, etc.,
como de leyes ópticas (c. fríos, cálidos o neutros). El
problema del c.
ha incidido
siempre sobre la
composición pictórica,
pero su tratamiento ha evolucionado,
desde ser considerado un elemento relativamente
accesorio, al
servicio de la
narración,
hasta aparecer como un elemento constructivo básico, definitorio dé espacios o volúmenes. El impresionismo llevó estas consideraciones, que
ya aparecen en el
Renacimiento y,
más concretamente, en el
Barroco, a
su más alto nivel.
Con el postimpresionismo, y debido a
un mejor conocimiento de las leyes ópticas,
se vincula el
problema del c. a la
visión,
con resultados de
mayor interés técnico que
plástico. Movimientos posteriores han
tendido a potenciar al
máximo sus cualidades expresivas (fauvismo) o
su capacidad de
sugestión (arte
no figurativo).
- [figurado]
Pretexto,
motivo,
razón aparente para hacer una cosa con poco o
ningún derecho.
- [figurado]
Carácter peculiar de algunas cosas; y tratándose
del estilo,
cualidad especial que
lo distingue.
- c. de cera: el
amarillento.
- c. local: conjunto de los rasgos peculiares de
una región o
localidad en
cuanto pueden
excitar la
imaginación por su carácter popular y
pintoresco.
- c. quebrado: el que
ha perdido viveza.
- colores litúrgicos: los
seis de que,
según la
solemnidad, hace
uso la
iglesia romana en los oficios divinos, y que son:
blanco,
rojo,
verde,
violado,
negro y rosáceo; y en España,
por privilegio, el
azul para la
fiesta de la
Inmaculada.
- c. nacionales: los que adopta
por distintivo cada nación y usa en
su pabellón, banderas y escarapelas.
- de color: expr.
Se aplica a los negros y mulatos; y al
vestido que
no es
negro.
- problema de los cuatro colores: problema matemático célebre no resuelto todavía:
se conjetura que
cualquier mapa plano,
real o
imaginario, que conste de
un número finito de países, puede
ser coloreado haciendo
uso de
sólo cuatro c. diferentes, de
manera que
cada par de países que tengan
un trozo de
frontera común resulten de
distinto c. En la
actualidad se ha demostrado que
cinco c. bastan
para cualquier mapa sobre el
plano o la
esfera,
pero no se ha encontrado todavía un ejemplo en el que sean necesarios los
cinco,
con lo que aparece la
posibilidad de que basten cuatro; en
cambio es
fácil dar un ejemplo de
un mapa que
no puede
ser coloreado haciendo
uso de
sólo tres c. La
cuestión es,
pues, la
determinación del número mínimo de c. que
son necesarios
para un mapa cualquiera.
- so color: modo [adverbio]
Con, o
bajo,
pretexto.
[sustantivo masculino]
Impresión que los rayos de
luz reflejados
por un cuerpo producen en la
retina del ojo.
- Sustancia preparada
para pintar.
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