ciclóstomo [
ci-clós-to-mo]
(Esta palabra proviene del griego κύκλος, círculo, y στόμα, boca).
[adjetivo] y [sustantivo masculino] Dícese de animales pertenecientes al
grupo ciclóstomos.
- [sustantivo masculino] [plural]
Grupo de vertebrados marinos que
se consideraron
antaño dentro del grupo de los peces,
pero que, en la
actualidad,
se sitúan
como una clase independiente de vertebrados, e
incluso se les opone a los restantes animales de
este grupo, englobándolos en la
división de los agnatos. Esta
consideración especial se debe a las grandes diferencias de
organización existentes
entre los c. y los restantes vertebrados. Los c. comprenden dos grupos, cuyos miembros difieren
lo suficiente como para que
se haya supuesto que
su inclusión dentro de la
misma clase es
artificial. De estos dos grupos el
más conocido es el de las lampreas o petromizontes. Las lampreas presentan
forma alargada, que recuerda la de pequeñas anguilas.
Sin embargo, a
diferencia de los peces, poseen solamente
una aleta, que recorre
su cuerpo a
lo largo
del dorso y
del vientre.
No presentan
opérculo,
sino que las hendiduras branquiales comunican directamente al
exterior por pequeños poros alineados
detrás de la
cabeza. El
rasgo que
más los distingue de los
demás vertebrados es la
carencia de mandíbulas y la
extrema simplificación
del esqueleto. Éste consiste en
un armazón cartilaginoso que sostiene las branquias y el
encéfalo, y
un conjunto de nódulos cartilaginosos, situados a los lados
del notocordio, que pueden homologarse a las vértebras de los animales superiores. El notocordio
se halla
bien desarrollado, y
se conserva durante toda la
vida de la
lamprea. La
boca es
circular y en
forma de ventosa;
se halla tapizada
por pequeños dientes, y permite a la
lamprea adherirse al
cuerpo de los peces y
raer su carne. El
aparato digestivo es
muy simple, de
curso rectilíneo, careciendo de
estómago y de
un páncreas claramente delimitado. En el
sistema circulatorio
se distingue la
distribución segmentaria,
inapreciable ya en los vertebrados superiores. Las fibras nerviosas de la
lamprea carecen de
vaina de mielina,
por lo que
su conducción es lenta;
este rasgo, al
igual que el consistente en la
separación total de las raíces nerviosas sensitivas y las raíces nerviosas de la
médula, revela el primitivismo de los c. Los órganos de los sentidos
también presentan distintos rasgos que los oponen a los de los restantes vertebrados;
por ej., el
órgano del equilibrio posee únicamente dos canales semicirculares, en
lugar de los
tres normales en los vertebrados. Las lampreas comprenden
alrededor de
una docena de especies, marinas, de
agua dulce, o capaces de
vivir indistintamente en
ambos medios, y de
distribución muy general. En España existe
una especie marina y dos de
agua dulce. Las lampreas
son muy apreciadas
como manjar, y ello
ha motivado
su persecución. En algunos puntos,
su importancia estriba en
su carácter de
plaga para las poblaciones de peces utilizados
por el
hombre. El
segundo grupo de c., el de los mixinoideos, consta de
unas pocas especies, de
tamaño muy inferior al de las lampreas (alrededor de 10 cm), y de
color blanquecino. Los mixinoideos viven en el
mar, y presentan
un curioso género de
parasitismo combinado con depredación: penetran en el
interior de los peces
por la
boca, y devoran todos
sus tejidos blandos, dejando únicamente el
esqueleto y la
piel.
[adjetivo] [sustantivo masculino] Dícese de los peces de
cuerpo serpentiforme,
cuya boca es
una ventosa.
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